Los trabajos iniciaron con la construcción de las plateas, avanzando a buen ritmo de acuerdo a lo informado por Pablo García, del área de Ordenamiento Territorial. Las viviendas, de construcción tradicional en bloques de hormigón armado, serán unidades tipo PH, distribuidas en un complejo con una calle central. La Intendencia se encargará de las conexiones de agua, saneamiento y energía eléctrica. García resaltó, además, la colaboración entre distintas dependencias de la Intendencia y equipos técnicos que han trabajado de cerca con las familias beneficiarias para asegurar el éxito del plan de realojo.
En relación con el proceso de realojo, Pablo García explicó que, como parte del compromiso asumido por las familias, se procederá a la demolición de las construcciones actuales. Aunque algunas familias desarrollan actividades productivas en el lugar, como la cría de animales, no se permitirá la edificación de nuevas viviendas ni el uso residencial de las propiedades.
García detalló que, en el caso de quienes tienen animales, como caballos o vacas, podrán seguir trabajando en el área, pero no podrán habitarla, lo que implica que deberán abandonar sus viviendas actuales.
Aseguró que el predio destinado al realojo de las familias no es inundable y agregó que fue cuidadosamente seleccionado para evitar todo riesgo. El proyecto fue aprobado por el Ministerio de Vivienda, tras un estudio que determinó que el terreno está fuera del área de inundación, garantizando la seguridad de las familias que serán reubicadas.