Durante el encuentro, expusieron estudios técnicos que, según afirman, demuestran que Arazatí no es el lugar adecuado para instalar la toma de agua y planta potabilizadora. Los productores Diego Bonino y Rosina Macció explicaron que la construcción del pólder contaminará el acuífero Raigón y afectaría la calidad del agua. Además, alertaron sobre la pérdida de entre 1.500 y 2.000 hectáreas de suelos de alta calidad, esenciales para la producción, en especial para el cultivo de papa, la fruticultura y la lechería. Bonino sostuvo que la pérdida de estos terrenos podría tener graves consecuencias económicas y sociales para la región, ya que afectaría la estabilidad laboral de muchas familias que dependen de la actividad agropecuaria.

Según Bonino, el ministro designado Ortuño y la futura directora de Dinacea tomaron nota de los argumentos presentados y se mostraron receptivos a la preocupación de los vecinos y productores. ()

Rosina Macció, por su parte, sostuvo que "Arazatí no es viable para este proyecto, ya que su impacto ambiental, productivo y social sería muy grave". Los productores indicaron que seguirán insistiendo en la necesidad de reconsiderar la ubicación del proyecto y señalaron que seguirán movilizados para defender la zona. "Vamos a seguir insistiendo en que Arazatí no es el lugar adecuado. Estamos hablando de muchas fuentes de trabajo que van a ser perjudicadas por el Proyecto”, concluyó Macció.