Este sábado 8 de marzo, en San José de Mayo, cientos de personas participaron en la marcha por el Día Internacional de la Mujer. La movilización comenzó en la Plaza 4 de Octubre y recorrió las principales calles del centro para terminar en el Instituto Cultural Español, donde se leyó una proclama con varios reclamos sobre igualdad de género, derechos y justicia social.
Bajo el lema "Para las mujeres y niñas en toda su diversidad: derechos, igualdad, empoderamiento", la jornada estuvo enfocada en reivindicar derechos y visibilizar las desigualdades que aún enfrentan las mujeres.
Se recordó que se han logrado importantes avances, como el derecho al voto, el divorcio y el acceso al aborto legal. Sin embargo, también se advirtió sobre el peligro de retrocesos y se citó a la filósofa Simone de Beauvoir, quien dijo: "Bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados".
Durante la marcha, se denunciaron varias problemáticas que afectan a las mujeres y personas de género diverso, tanto en Uruguay como a nivel global. Un tema central fue la violencia de género, recordando que en Uruguay, ocho de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, y una de cada cuatro ha tenido que mudarse de hogar por falta de seguridad. También se mencionó la feminización de la pobreza y las dificultades que enfrentan las mujeres que trabajan en sectores precarios.
Uno de los reclamos más fuertes estuvo dirigido a la situación del hogar Nuevo Tiempo del INAU en San José. Según el colectivo feminista Las Nietas de Abella, este centro de acogida para jóvenes en situación de vulnerabilidad está operando con una capacidad mucho mayor a la que puede manejar. El hogar, que está preparado para recibir a 23 jóvenes, actualmente alberga a 85, de los cuales uno de cada tres consume medicamentos, y hay un alto número de intentos de suicidio. Además, se recordó el caso de Luana, una joven que fue víctima de femicidio tras una salida no autorizada del centro, lo que puso de manifiesto la falta de cambios estructurales en las políticas de protección.
Otro reclamo estuvo relacionado con las trabajadoras en condiciones precarias. Se mencionó el caso de la empresa Goncla, que había trabajado para la Intendencia de San José y debía salarios a sus empleadas, algunas de las cuales enfrentaron situaciones de desalojo. A pesar de esto, la misma empresa fue contratada luego por el INAU, manteniendo a 26 trabajadoras en condiciones irregulares. Desde el colectivo feminista se exigió mayor transparencia y control en la contratación de servicios públicos.
El acto culminó con un mensaje de unidad y resistencia, destacando la importancia de la organización colectiva para seguir luchando por los derechos humanos y la equidad de género. Se hizo un llamado a fortalecer las redes de apoyo entre las organizaciones y la sociedad civil para garantizar que los derechos de las mujeres sean respetados y promovidos.