Keel señaló que las agresiones incluyen piedras, disparos y amenazas, obligando a los equipos médicos a ingresar a ciertas zonas solo con presencia policial. Esto retrasa la atención de emergencias graves como paros cardíacos o ACV. 

El médico atribuyó este fenómeno a un cambio en el tejido social, con mayor vulnerabilidad y reacciones agresivas injustificadas. Además, lamentó que antes los médicos eran respetados incluso en zonas complejas, mientras que hoy enfrentan constantes riesgos. 

Por otra parte, el Dr. Keel habló de la necesidad de mejorar la infraestructura del Hospital, especialmente en las salas de internación. "No pueden estar 8 o 12 pacientes dentro de una sala, hay que hacer salas más individuales", afirmó.

Actualmente, el hospital cuenta con dos pabellones principales donde hasta 12 pacientes comparten espacio. Keel consideró que esta situación debe cambiar y comparó con el Hospital Maciel en Montevideo, donde se han implementado salas con un máximo de cuatro camas.

El jerarca también mencionó la necesidad de más baños para los usuarios y un mejoramiento general en la comodidad de los pacientes. Estas carencias quedarán en manos de la próxima directora, Dra. Ana María Piñeyrúa, quien asumirá en los próximos días.