En diálogo con Informativo41, argumentó su oposición a la iniciativa en función de posibles impactos ambientales, productivos y en la calidad del agua. Battaglino señaló que hay estudios académicos que indican que el agua de la playa Arazatí no tendría la calidad requerida para abastecer a la zona metropolitana; también señaló que debido a las condiciones naturales de la zona, la cantidad de agua disponible no sería suficiente en determinados períodos del año. Además, sostuvo que la implementación del proyecto podría afectar tierras de alta productividad en el departamento y generar riesgos de contaminación en el acuífero Raigón. En cuanto al rol de la Intendencia, la candidata consideró que la gestión actual no utilizó a tiempo las herramientas previstas en la Ley de Ordenamiento Territorial para intervenir antes de la firma del contrato.