Por primera vez, autoridades de Presidencia e integrantes del gobierno mantuvieron una reunión este martes en Torre Ejecutiva para avanzar en la rediscusión del proyecto Neptuno, la controvertida iniciativa que el gobierno anterior firmó en la recta final de su mandato y frente a la cual el gobierno de Yamandú Orsi mantiene algunos reparos.
A la salida de la reunión, el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, informó que “hubo un análisis sobre el contrato” y que el viernes se van a transmitir “los criterios” sobre los que se trabajó en la instancia.
Ortuño dijo que se parte de dos premisas: “La prioridad de asegurar el abastecimiento de agua potable a la población” y “la decisión del gobierno de rediscutir el contrato”. “Hemos resuelto convocar al consorcio [Aguas de Montevideo] para el día viernes para iniciar el intercambio que está planteado”, indicó.
El contrato incluye compras de materiales y posibles expropiaciones de terrenos para la construcción de la planta potabilizadora en Arazatí, que es lo que se busca detener mientras se discuten nuevamente los términos.
Por su parte, el presidente de OSE, Pablo Ferreri, expresó que el actual directorio considera que el proyecto, tal como fue diseñado, no constituye la mejor alternativa para atender las necesidades del sistema de abastecimiento. “Comenzará un camino de diálogo para negociar”, afirmó.
Ferreri también hizo referencia a la situación económica de la empresa estatal, señalando que enfrenta un desajuste financiero estimado en más de 70 millones de dólares para los próximos meses. En ese sentido, sostuvo que no se adoptaron medidas preventivas durante el gobierno anterior.