El Gremio Médico de San José (Gremesa) manifestó su “más enérgico repudio” tras un nuevo episodio de violencia registrado en la puerta de emergencia. Este jueves, una médica fue agredida físicamente por un paciente —que la mordió— y un guardia de seguridad también resultó lesionado al intervenir. Además, se produjeron daños materiales, como la rotura de vidrios.
“Lo importante en este caso es que se trata de una escalada de sucesos”, afirmó este viernes el vocero de la gremial, Dr. Eduardo Corchs, en diálogo con Informativo41. Según detalló, en lo que va del año ya se registraron tres episodios graves, incluyendo amenazas con objetos cortopunzantes y múltiples agresiones verbales hacia médicos, personal administrativo y de enfermería. “Estamos viviendo un clima muy hostil. El personal de salud está trabajando con mucho miedo”, expresó.
Ante la situación, los funcionarios resolvieron realizar un paro hasta la medianoche de este viernes, manteniendo únicamente las guardias de urgencias y emergencias. La gremial reconoció que la medida puede resultar incómoda para la población, pero la consideró necesaria para visibilizar la problemática y exigir garantías mínimas de seguridad. “Sabemos que es una medida desagradable, pero necesitamos una respuesta antes de que ocurra una tragedia”, señaló Corchs.
Uno de los principales reclamos de la gremial es la presencia permanente de una guardia policial en la emergencia del hospital, un servicio que actualmente no está disponible. La seguridad se encuentra a cargo de personal privado, lo cual, advierten, no resulta suficiente para contener situaciones de violencia. “La única preocupación que debería tener un médico al ir a su consulta es cómo resolver un caso clínico complejo. No puede ser víctima de una agresión mientras trabaja”, agregó.
Desde Gremesa se insiste en que la emergencia es un área especialmente vulnerable, por donde circulan no solo pacientes en general, sino también personas privadas de libertad, lo que exige medidas de protección adecuadas. “Es una puerta que no cierra nunca. Necesitamos que el personal de salud pueda trabajar con tranquilidad”, remarcó el vocero.
Según informó Corchs, está prevista una reunión con las nuevas autoridades del hospital para retomar este planteo, que ha sido sostenido por la gremial desde hace cuatro años. Si bien se reconocen las dificultades presupuestales de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), se considera que el tema debe ser tratado como una prioridad.
“La atención médica se ve distorsionada después de un episodio de este tipo. El mismo equipo tiene que volver a trabajar, con el temor de que vuelva a pasar. Ya se cruzó un límite. Cuando se pasa de las amenazas a la agresión física, no sabemos qué puede venir después”, concluyó.