El Gobierno resolvió suspender por 90 días la ejecución del contrato del proyecto Arazatí, también conocido como proyecto Neptuno, con el objetivo de renegociar los términos del acuerdo firmado por la administración anterior.
En el encuentro también participaron el ministro de Ambiente, Edgardo Otuño, y el presidente de OSE, Pablo Ferreri. Según informó Sánchez, durante este período no se avanzará en ninguna de las acciones previstas por el contrato original. “Se congela todo lo que firmó el Gobierno saliente”, explicó.
La suspensión permitirá instalar una mesa de trabajo permanente entre las partes. “Tenemos una visión crítica del proyecto Neptuno”, señaló el secretario, quien reafirmó que el objetivo del Gobierno es asegurar el abastecimiento de agua potable para la población del área metropolitana hasta 2035. Para ello, agregó, se requiere una estrategia que contemple obras, acciones e inversiones de forma integral.
En ese marco, Sánchez reiteró el compromiso del Ejecutivo con la construcción de una represa en Casupá, departamento de Florida, obra que considera prioritaria para garantizar una reserva adecuada de agua bruta. Indicó que ya se está trabajando en la actualización de los estudios de impacto y viabilidad, así como en los trámites necesarios para la aprobación ambiental del proyecto.