González propuso reutilizar los troncos de las palmeras secas para crear un espacio público con fines artísticos o recreativos. Entre las alternativas mencionó la posibilidad de que artistas locales o escuelas intervengan los restos para convertirlos en esculturas, juegos, bancos o incluso un paseo artístico. "Se trata de no perder lo que ya se perdió. De transformar el error en una oportunidad para reflexionar sobre cómo gestionamos lo público", señaló.
El edil electo también apuntó directamente a la responsabilidad de las autoridades por la falta de cuidado de las palmeras luego del traslado. “No se puede usar como excusa que OSE no permitía regar cuando tenemos un río a pocos metros. La Intendencia tiene camiones cisterna y se podía haber hecho riego manual cada dos o tres días”, afirmó.
González reconoció la magnitud de la crisis hídrica pero remarcó que hubo alternativas viables: “Los productores no dejaron morir sus plantaciones. Si no se podía regar, entonces no las plantés ahí. Buscá otro lugar, un espacio húmedo. Pero no pongas las palmeras en un terraplén seco y las dejás morir”.
Finalmente, sostuvo que el daño no fue solo ambiental y paisajístico, sino también económico. “Esto nos costó dinero a los josefinos y al país. Hubo maquinaria, traslado, personal. Fue un gasto que no tuvo retorno. Y lo mínimo que podemos hacer ahora es asumir el error, no repetirlo y transformarlo en algo que quede para San José”.